¿También te preguntas qué es la ecualización en la música? A todos nos gusta la música con melodías maravillosas y ritmos fuertes. Sin embargo, hay un todo proceso detrás que resulta crucial para lograr esto: la ecualización. La ecualización (EQ por sus siglas en inglés) es como un ingrediente secreto que influye mucho en el sonido de la música.
Para entender bien la música y mejorar tu experiencia con ella, es importante que sepas utilizar la ecualización. Adentrémonos en el mundo de la ecualización y aprendamos cómo esta afecta la forma en la que hacemos y percibimos la música.
En este artículo, podrás ver:
¿Qué es la EQ en la música?
En música, la EQ (o ecualización) es el proceso en el que se ajusta el equilibrio de los componentes de frecuencia en una pista de audio. Nuestros oídos pueden percibir frecuencias entre 20 Hz y 20 kHz. Cada elemento de tu mezcla tiene energía en varias áreas de ese espectro.
La ecualización es una técnica de procesamiento de audio bastante popular en la producción musical. La EQ te permite modificar el volumen de una frecuencia o rango de frecuencias dentro de un sonido. Sirve para reparar los daños de un sonido o, incluso, de una canción completa. Se logra mediante la reducción de frecuencias no deseadas o el aumento de otras para equilibrar los sonidos y que suenen bien juntos.
¿Quén es la EQ en la mezcla de audio?
Imagina que grabas la trompa y la guitarra al mismo tiempo en una melodía. Ambos tienen timbres propios, pero cuando grabas la canción con los micrófonos, te da cuenta de que los dos sonidos se superponen. Es más, se superponen tanto que es imposible distinguirlos por separado en la grabación. A esto se le conoce como enmascaramiento sonoro. En la mezcla de audio, la EQ se utiliza para reducir el impacto de enmascaramiento y, así, poder oír cada instrumento con claridad.
Conoce cuáles son los parámetros más importantes de la EQ
Hay algunos parámetros de EQ que debes dominar al momento de trabajar con proyectos musicales. A continuación, te mostramos algunos de los más importantes:
Primer parámetro: tipo de filtro
El tipo de filtro determina la forma general de la banda del ecualizador. Los más populares son los de paso alto y bajo, bell, notch y de tipo shelving.
Filtros de paso alto y bajo: se le conoce de esa forma por las frecuencias que no afectan y no por el rango que eliminan. A un corte bajo se le denomina filtro de paso alto, mientras que a un corte alto se denomina filtro de paso bajo.
Utiliza estos tipos de filtro para reparar los daños en los extremos del espectro. La caída brusca cerca de la frecuencia de corte es ideal para controlar tonos graves muy fuertes o para atravesar resonancias muy altas.
Filtro bell: estos filtros forman parte de tu equipo habitual de realce y corte. El parámetro de ancho de banda puede utilizarse para cambiar su forma.
Es la herramienta que debe utilizar para definir y dar forma al tono. Con el control de ancho de banda, puedes realzar o reducir en lugares precisos y seleccionar la amplitud con la que quieres modificar las frecuencias cercanas.
Filtros de tipo shelving: Estos filtros mejoran o cortan todas las frecuencias por encima y por debajo de la frecuencia de corte.
Este tipo de ecualización es útil para producir alteraciones tonales extensas. Ten en cuenta que los filtros de tipo shelving son similares a los controles de agudos y graves de tu equipo de sonido.
Filtros notch: los filtros notch o «de banda» se utilizan para excluir rangos de frecuencia mínimos de forma selectiva.
Se pueden utilizar para eliminar las resonancias molestas que, a veces, se producen cuando se graba en entornos acústicos con poca preparación. Sin embargo, debes tener cuidado, ya que su uso excesivo puede dar lugar a un sonido en una posición distinta y con filtro de peine.
Segundo ajuste: curva de filtro
La curva de filtro indica la intensidad con la que se silencia el sonido independientemente de su frecuencia de corte. Suele estar relacionada con los filtros de paso alto y bajo. Sin embargo, algunos ecualizadores modernos también permiten seleccionar la curva de las bandas bell o de tipo shelving.
La unidad para medir la pendiente son los decibelios (dB) por octava. Cuanto mayor sea el número, más aguda será la curva cerca de la frecuencia de corte del filtro. Las curvas de filtro oscilan entre 6 db/octava y 24 db/octava, aunque algunos ecualizadores digitales modernos pueden producir curvas de hasta 96 db/octava.
Para conseguir una atenuación moderada y transparente de los todos graves con un filtro de paso bajo, utiliza curvas menos pronunciadas, como 6 o 12 dB/octava. Utiliza cortes de 24 y 48 dB/octava para conseguir un filtrado enérgico en determinadas frecuencias.
Tercer parámetro: Q
La Q es por factor de calidad (quality en inglés). Se trata del «ancho de banda» de la eciualización. Los valores de Q inferiores a uno generan curvas de ecualización más grandes, mientras que los valores superiores a uno dan como resultado realces o cortes más ajustados y selectivos.
Cuarto parámetro: ganancia
La ganancia controla la cantidad de realce o reducción que se aplica con el ecualizador. Se mide en decibelios. Las cifras de ganancia positivas implican un aumento, mientras que las negativas sugieren una disminución.
Cuando modificas la ecualización, también modificas la ganancia total de la señal. Usar ajustes de ecualización altos puede alterar drásticamente tus niveles. Recuerda que la estructura de ganancia es importante para evitar quedarse sin headroom.
Quinto parámetro: frecuencia
La frecuencia es el elemento más importante del funcionamiento de tu banda de ecualización. Este parámetro especifica el rango en el que se producirán los realces o recortes. Es fundamental tener en cuenta que no existe un filtro perfecto. Una banda de ecualización siempre afectará a un rango de frecuencias que rodean al objetivo, independientemente de lo estrecho que ajustes tu C o de lo empinada que hagas tu curva. Por ello, debes tener cuidado.
Un vistazo a las frecuencias de EQ
Subgrave
Las frecuencias de subgraves varían entre 20 Hz y 60 Hz. Una cantidad adecuada de subgraves puede dar a tu música más fuerza en los tonos graves. Sin embargo, una cantidad excesiva puede hacer que suene distorsionada y poco clara.
Grave
Las frecuencias graves varían entre 60 Hz y 250 Hz. Aunque muchos graves suenan bien, también pueden opacar por completo el resto de la mezcla. Como siempre decimos, utilízalos con moderación.
Medias bajas
Las frecuencias medias bajas abarcan desde 250 Hz hasta unos 1500 Hz. Este rango de frecuencias es crucial para conseguir la calidez y el ambiente de un sonido, por lo que una gran variedad de instrumentos lo necesitan. Para evitar choques de frecuencias entre varios instrumentos, piensa bien qué sonidos vas a aumentar y en qué medida.
Medias altas
El rango de frecuencia de los medios altos es de 1500 Hz a 4 kHz. Si utilizas muchos sintetizadores lead, habrá mucho movimiento en esta banda de frecuencias. También es el punto clave para lograr la potencia de la mayoría de los instrumentos de percusión.
Presencia
La frecuencia de presencia varía entre 4 kHz y casi 7 kHz. Aumentar este rango de frecuencias puede mejorar la claridad de la mezcla o de los sonidos individuales. Sin embargo, su uso excesivo puede hacer que una pieza musical resulte aburrida de escuchar.
Brillantez o ruido
La frecuencia de brillantez varía de 7 kHz a 20 kHz. Es muy similar a la frecuencia de presencia. Sin embargo, el límite superior de esta gama de frecuencias está compuesta, en su mayoría, por siseo y ruido. Un pequeño realce puede dar un respiro a tu mezcla. Sin embargo su uso excesivo puede hundir la música en un ruido de alta frecuencia.
¿En qué casos se debe usar la EQ?
Desactivar la ecualización es un excelente punto de partida para decidir cuándo utilizarla durante la mezcla. Con ayuda de los faders, intenta equilibrar los niveles de los instrumentos y acercar la mezcla lo más que puedas. Si después de eso, sigues sin obtener lo que quieres, es el momento de usar la ecualización.
La ecualización se pueden utilizar para resolver diversas dificultades o como herramienta de diseño de sonido en tu mezcla. Suele utilizarse para:
- Solucionar problemas de enmascaramiento de frecuencias. Esto se refiere a la «confusión» que se produce cuando los instrumentos con frecuencias superpuestas chocan entre sí, lo cual hace que los sonidos simultáneos sean más difíciles de distinguir. ¿Te cuesta escuchar el bombo por encima del bajo? Entonces es un trabajo que requiere ecualización.
- Detectar y corregir frecuencias molestas, como resonancias irritantes o ruidos fuertes captados durante la grabación o el procesamiento. ¿Te molesta la resonancia de tu caja? Para solucionarlo, un ecualizador es la mejor solución.
Archivos de audio dañados
Es común encontrarse con varios problemas cuando se trabaja con archivos de audio. A continuación, te explicamos algunos de ellos:
Sonidos muy graves
Puede ocurrir debido al efecto de proximidad. Esto ocurre cuando el micrófono se acerca a una fuente de sonido y aumenta la cantidad de frecuencias graves captadas por el aparato. Se recomienda mantenerse a una distancia de entre 15 y 20 centímetros del micrófono.
Grabaciones distorsionadas
Cuando recién empiezas con la grabación de audio, es tentador poner al máximo todas las opciones. Sin embargo, «más» no siempre significa bueno. Si el medidor de audio o cualquier otro dispositivo de entrada se pone en rojo, es señal de que la grabación está saturada. Esto puede causar una distorsión no deseada.
Chirridos fuertes
Son causados por la llamada sibilancia, una aspereza desagradable que puede producirse al pronunciar consonantes como la S, la T y la Z. Estos chirridos se crean por una dinámica de audio exagerada. Se suelen producir en el rango de frecuencias medias altas, entre 5 kHz y 8 kHz.
Ruido del viento
Es común que se oiga ruido del viento cuando se graba el audio en exteriores. Es similar a un sonido explosivo, es decir, una ráfaga de viento que golpea el diafragma del micrófono y produce una réplica de tonos graves. Para evitarlo, usa un parabrisas difusos con un interior de espuma acústica que se asemeje al cuerpo de un gato.
Usa Wondershare Repairit para reparar tus archivos de audio
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- Ofrece resultados más rápidos para ayudar a los usuarios.
Conclusiones
En conclusión, comprender el papel de la ecualización en la música es esencial tanto para los aspirantes a músicos como para los más experimentados. La ecualización es el arte de ajustar el equilibrio de frecuencias dentro de un sonido para dar forma a su tono y carácter. Saber aprovechar el poder de la ecualización te permitirá liberar todo el potencial de tus experiencias musicales.
Además, si encuentras algún problema con tu archivo de audio, puedes utilizar el programa Wondershare Repairit para solucionarlo. Esta herramienta solucionará el problema con diferentes formatos y proporcionará los resultados esperados.
Preguntas frecuentes
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¿Para qué sirve la ecualización en la producción musical?
En la producción musical, la ecualización se utiliza para modificar las cualidades tonales del audio. Los productores e ingenieros pueden realzar o restar énfasis a determinadas frecuencias para conseguir instrumentos y voces claros y equilibrados. -
¿La ecualización mejora el sonido de la música?
Puedes mejorar la calidad con ayuda de la EQ. La ecualización consiste en ajustar el volumen de una o varias bandas de frecuencia para producir un conjunto sonoro que se ajuste a tus preferencias. -
¿Qué es exactamente la ecualización de sonidos graves?
Los tonos graves y algunos sonidos de batería se ven afectados por la ecualización de graves. Las voces suelen estar en el medio y todo lo que está por encima es agudo. El rango de frecuencias regulado por cada control de EQ puede variar dependiendo del editor. -
¿Existen pautas para la ecualización?
Aunque no hay reglas estrictas, es importante empezar con cortes para reducir las frecuencias no deseadas antes de los realces. Realiza ajustes sutiles y utiliza pistas de referencia para comparar tus elecciones de ecualización con las de canciones mezcladas por profesionales. La experimentación y la confianza en tu capacidad auditiva también son cruciales.
