Recuperación del sistema Windows

Según la causa del problema, resolver los errores de pantalla azul de la muerte (BSOD) puede exigir varios pasos para resolver el problema. Esta guía te ayudará a solucionar los errores de pantalla azul de la muerte:
1. Apunte el código del error: Cuando se produce un error de pantalla azul, suele aparecer en pantalla un código de error y una descripción. Toma nota de esta información porque puede ayudarte a identificar la causa del problema.
2. Inicia tu equipo en modo seguro: Si el error BSOD continúa, intenta iniciar tu computadora en modo seguro. Reinicia tu computadora y presiona la tecla F8 (o la tecla correspondiente a tu sistema) antes de que el logo de Windows aparezca. Elige «Modo seguro» de la lista de opciones.
3. Actualiza los controladores: Los controladores desactualizados o corruptos pueden causar errores BSOD. En Modo seguro, dirígete a Administrador de dispositivos y busca todos los dispositivos con símbolos amarillos de advertencia; haz clic derecho y selecciona «Actualizar controlador». También puedes visitar el sitio web del fabricante del hardware para descargar los controladores más recientes.
4. Ejecuta Windows Update: Asegúrate de que tu sistema operativo esté actualizado cuando ejecutes Windows Update. Esto puede ayudar a corregir cualquier error identificado o problemas de compatibilidad que puedan provocar errores BSOD.
5. Realiza un análisis en busca de malware: El malware puede provocar errores BSOD en algunos casos. Realiza un análisis exhaustivo de tu computadora utilizando un antivirus confiable para asegurarte de que tu sistema está libre de malware.
6. Revisa el hardware: Los componentes de hardware defectuosos, como la RAM, el disco duro o la tarjeta gráfica, pueden provocar errores BSOD. Comprueba si hay signos de avería o daños físicos. También puedes utilizar programas de diagnóstico integrados, como el Diagnóstico de memoria de Windows, para examinar el hardware.
7. Desinstala el software problemático: Si hace poco instalaste un nuevo programa antes de que el error BSOD apareciera, intenta desinstalar este programa para ver si se resuelve el problema.

1. Comprueba la conexión del cable: Asegúrate de que el cable de la pantalla esté bien conectado a la computadora y al monitor. Intenta utilizar otro cable o conectar este cable a otra computadora para detectar si se trata de un problema con el cable o el monitor.
2. Restablece tu equipo: Si usas un portátil, retira la batería y desconecta el adaptador AC. Mantén presionado el botón de encendido durante unos 30 segundos para drenar la energía residual. Vuelve a conectar el adaptador AC, inserta la batería y enciende el portátil.
3. Inicia tu equipo en Modo seguro: Reinicia tu computadora y presiona la tecla F8 (o la tecla correspondiente a tu sistema) antes de que el logo de Windows aparezca. Elige «Modo seguro» de la lista de opciones. Si el problema de la pantalla negra no se produce en el modo seguro, es probable que se trate de un problema con el controlador o un problema de software.
4. Actualiza los controladores de pantalla: En Modo seguro, abre el Administrador de dispositivos y expande la sección «Adaptadores de pantalla». Haz clic derecho en la tarjeta gráfica y selecciona «Actualizar controlador». También puedes visitar el sitio web del fabricante de la tarjeta gráfica para descargar los controladores más recientes.
5. Reinstala los controladores de pantalla: En Administrador de dispositivos, haz clic derecho en la tarjeta gráfica y selecciona «Desinstalar dispositivo». Reinicia tu computadora. Windows se reinstalará automáticamente a partir del controlador de pantalla.
6. Deshabilite los gráficos integrados (para usuarios de tarjetas gráficas dedicadas): Si tienes una tarjeta gráfica dedicada, desactivar los gráficos integrados en la configuración de BIOS/UEFI podría resolver el problema. Accede a la configuración de BIOS/UEFI durante el inicio (presione la tecla apropiada, suele ser F2, F10 o DEL) y encuentra la opción para deshabilitar los gráficos.
7. Ejecuta Windows y habilita video de baja resolución: Reinicia tu computadora y presiona la tecla F8 (o la tecla correspondiente a tu sistema) antes de que el logo de Windows aparezca. Elige «Habilitar video de baja resolución» de la lista de opciones. Si el problema está relacionado con la resolución de pantalla, eso debería permitirte acceder al escritorio y ajustar la configuración de pantalla según corresponda.

1. Cierra los programas que no respondan: Presiona Ctrl + Alt + Delete para abrir el Administrador de tareas, encuentra el programa que no responde, haz clic derecho y selecciona «Finalizar tarea».
2. Comprueba si tu equipo se está sobrecalentando: Asegúrate de que tu computadora esté bien ventilada y libre de polvo. El sobrecalentamiento puede causar que el sistema se congele. Limpia las rejillas de ventilación y los ventiladores de tu equipo, y considera la posibilidad de utilizar una base de refrigeración para portátiles.
3. Actualiza los controladores y el software: Los controladores desactualizados pueden causar que el sistema se congele. Asegúrate de que los controladores y el software estén actualizados.
4. Inicia tu equipo en modo seguro: Reinicia tu computadora y presiona la tecla F8 (o la tecla correspondiente a tu sistema) antes de que el logo de Windows aparezca. Elige «Modo seguro» de la lista de opciones Si el problema de congelación no se produce en el Modo seguro, es probable que se trate de un problema con el controlador o un problema de software.
5. Realiza un análisis en busca de virus: El malware puede hacer que el sistema se congele. Realiza un análisis exhaustivo de la computadora utilizando un antivirus confiable.
6. Deshabilita los programas de inicio innecesarios: Presiona Ctrl + Shift + Esc para abrir el Administrador de tareas, ve a la pestaña «Inicio», haz clic derecho en cualquiera de los programas innecesarios y selecciona «Desactivar». Esto evitará que estos programas se ejecuten automáticamente, luego de prender tu computadora.
7. Comprueba si hay errores de disco: Abre el Explorador de archivos, haz clic derecho en tu unidad de disco principal (por lo general, el C:), selecciona «Propiedades», ve a la pestaña «Herramientas», y haz clic en el botón «Comprobar», ubicado en la sección «Comprobación de errores». Esto analizará tu disco duro en busca de errores que puedan causar que el sistema se congele.
8. Libera espacio en disco: Asegúrate de que tu disco duro tenga suficiente espacio. Elimina los archivos innecesarios, vacía la Papelera de reciclaje, y utiliza la utilidad Liberador de espacio en disco para eliminar los archivos temporales y los archivos de sistema.
9. Comprueba el uso de la RAM: Presiona Ctrl + Shift + Esc para abrir el Administrador de tareas y ve a la pestaña de «Rendimiento». Gestiona el uso de la RAM. Si tienes un alto consumo de RAM, puede que necesites actualizarla o cerrar los programas que consumen mucha memoria.

1. Comprueba si tu equipo se está sobrecalentando: El sobrecalentamiento puede causar reinicios automáticos. Asegúrate de que tu computadora esté bien ventilada y libre de polvo. Limpia las rejillas de ventilación y los ventiladores de tu equipo, y considera la posibilidad de utilizar una base de refrigeración para portátiles.
2. Actualiza los controladores y el software: Los controladores desactualizados pueden causar que el sistema se reinicie automáticamente. Asegúrate de que los controladores y el software estén actualizados.
3. Ejecuta Windows Update: Asegúrate de que tu sistema operativo esté actualizado cuando ejecutes Windows Update. Esto puede ayudar a corregir cualquier error identificado o problemas de compatibilidad que puedan provocar reinicios automáticos.
4. Realiza un análisis en busca de malware: El malware puede causar reinicios automáticos en algunos casos. Realiza un análisis exhaustivo de tu computadora utilizando un antivirus confiable para asegurarte de que tu sistema está libre de malware.
5. Deshabilita el reinicio automático: Haz clic derecho en «Este equipo» (o «Mi PC») y selecciona «Propiedades». Haz clic en «Configuración avanzada del sistema» y ve a la pestaña con el mismo nombre. En el apartado «Inicio y recuperación», haz clic en «Configuración». En la sección «Error del sistema», verás la opción «Reiniciar automáticamente». Desmárcala y haz clic en «Aceptar». Esto evitará que tu equipo se reinicie automáticamente cuando surja un problema y te permitirá ver mensajes de error.
6. Comprueba el Visor de eventos: Presiona la tecla Windows + X y selecciona «Visor de eventos». Busca errores críticos que puedan indicar la causa de los reinicios automáticos. Esto puede ayudarte a delimitar el problema y encontrar un posible solución.
7. Comprueba las conexiones de hardware: Asegúrate de que todos los componentes internos y externos del hardware estén conectados correctamente. Las conexiones sueltas pueden provocar reinicios automáticos.
8. Examina la memoria RAM: Una RAM defectuosa puede provocar reinicios automáticos. Ejecuta la herramienta de Diagnóstico de memoria de Windows para comprobar si hay errores. Presiona la tecla Windows + R, escribe «mdsched.exe» y presiona Enter. Sigue las instrucciones que aparezcan en pantalla y ejecuta la prueba.
9. Comprueba la fuente de alimentación: Una fuente de alimentación dañada puede causar reinicios automáticos. Si tienes una computadora de escritorio, prueba a utilizar otra fuente de alimentación para ver si el problema persiste. Si tienes un portátil, intenta utilizar otro adaptador de corriente o haz que tu portátil se ejecute solo con batería para ver si el problema persiste.
10. Actualiza BIOS/UEFI: Actualizar el firmware BIOS o UEFI de tu equipo puede ayudarte a resolver los problemas de compatibilidad y estabilidad que pueden provocar reinicios automáticos. Visita el sitio web del fabricante de la tarjeta base para obtener instrucciones sobre cómo actualizar el sistema BIOS/UEFI.

1. Reinicia tu computadora: A veces, con solo reiniciarla puedes resolver los problemas de rendimiento.
2. Actualiza Windows y los controladores del dispositivo: Asegúrate de que tu computadora esté al día con las actualizaciones más recientes para Windows y los controladores de dispositivos estén actualizados.
3. Realiza un análisis en busca de malware: Utiliza Windows Defender o un antivirus de terceros para analizar el equipo en busca de malware, que puede llegar a causar problemas de rendimiento.
4. Optimiza tu disco duro: Utiliza la herramienta integrada Liberador de espacio en disco para eliminar los archivos innecesarios y liberar espacio en tu disco duro. También puedes desfragmentar el disco duro con la herramienta Optimizar unidades.
5. Deshabilita los programas de inicio innecesarios: Algunos programas están configurados para ejecutarse automáticamente durante el inicio del equipo, lo que puede ralentizar el sistema. Abre el Administrador de tareas, ve a la pestaña Inicio y desactiva todos los programas que no quieras que se ejecuten al inicio
6. Ajusta las opciones de energía: Cambia tu plan de energía al plan de Máximo rendimiento, que te permite mejorar el rendimiento de tu equipo. Ve a Panel de control > Hardware y sonido > Opciones de energía para cambiar tu plan de energía.
7. Ajusta los efectos visuales: Windows incluye varios efectos visuales que pueden ralentizar tu computadora. Para ajustar la configuración de estos efectos, ve al Panel de control > Sistema y seguridad > Sistema > Configuración avanzada del sistema > Rendimiento y selecciona «Ajustar para obtener un mejor rendimiento».
8. Desinstala los programas innecesarios: Elimina todos los programas que ya no utilices o necesites para liberar recursos. Ve a Panel de control > Programas > Programas y características para descargar el programa.
9. Actualiza el hardware de tu computadora: Si tu computadora es vieja y cumple con los requisitos mínimos del sistema, considera actualizar el hardware: amplía la memoria RAM, reemplaza el disco duro por una unidad de estado sólido (SSD, por sus siglas en inglés), o actualiza la tarjeta gráfica.
10. Restablece el sistema o realiza una instalación limpia de Windows: Si todo lo demás falla, puedes restablecer el sistema, lo que restablecerá la configuración de fábrica del equipo, o realiza una instalación limpia de Windows, que eliminará todos los datos y las aplicaciones de tu computadora. Asegúrate de hacer una copia de seguridad antes de hacer esto.

1. Identifica la fuente del sonido: Para determinar qué componente causa el ruido, abre la carcasa de la computadora (si se trata de una computadora de escritorio) o usa el oído para localizar la zona general del ruido. Las fuentes más comunes de sonidos extraños son los ventiladores, los discos duros y las unidades ópticas.
2. Comprueba los ventiladores: El polvo y los residuos pueden acumularse en las aspas del ventilador, lo que provoca que se desequilibren y produzcan ruido. Limpia las aspas con un cepillo suave o con aire comprimido. Asegúrate de que los ventiladores funcionen correctamente y no estén obstruidos. Si el ventilador está dañado o no funciona bien, puede que necesites reemplazarlo.
3. Inspecciona el disco duro: Si el ruido proviene del disco duro, esto puede ser un indicador de que la unidad está fallando. Realiza una copia de seguridad de tus datos inmediatamente y considera reemplazar el disco duro por uno nuevo. También puedes ejecutar una herramienta de diagnóstico, como CrystalDiskInfo, para comprobar el estado de tu disco duro.
4. Examina la unidad óptica: Si el ruido proviene de la unidad de CD/DVD, es posible que haya un disco dañado o sucio. Extrae el disco y límpialo con un paño suave, o intenta usar otro disco para ver si el ruido persiste. Si el problema persiste, es probable que debas reemplazar la unidad óptica.
5. Comprueba que no hayan componentes sueltos: Los tornillos o los componentes sueltos pueden ocasionar vibraciones y ruidos extraños. Asegúrate de que los tornillos estén apretados y que los componentes, como las tarjetas de expansión y los módulos de RAM, estén bien colocados.
6. Examina el resto del hardware: Si el ruido sigue presente incluso después de revisar las fuentes comunes, examina otros componentes del hardware, como la fuente de alimentación o la tarjeta gráfica. Si sospechas que un componente está defectuoso, considera la posibilidad de reemplazarlo.
7. Amortigua las vibraciones: Si el ruido se debe a las vibraciones de la carcasa de la computadora, puedes probar a utilizar ojales de goma, almohadillas o espuma para amortiguar las vibraciones. Asegúrate de que la carcasa de la computadora esté bien cerrada y que esté en una superficie estable.
8. Actualiza los controladores y el firmware: A veces, los ruidos extraños pueden deberse a problemas de software. Asegúrate de que los controladores y el software estén actualizados.

1. Comprueba los cables de pantalla: Asegúrate de que los cables de pantalla (HDMI, DisplayPort, VGA, or DVI) estén bien conectados a la computadora y al monitor. Intenta utilizar otro cable o conectar este cable a otro equipo para detectar si se trata de un problema con el cable o el monitor.
2. Actualiza los controladores de gráficos: Los controladores de gráficos desactualizados o corruptos pueden provocar problemas de visualización. Visita el sitio web del fabricante de la tarjeta gráfica (NVIDIA, AMD o Intel) para descargar e instalar los controladores más recientes para tu tarjeta gráfica.
3. Ajusta la configuración de pantalla: Haz clic derecho en el escritorio y selecciona «Configuración de pantalla» o «Resolución de pantalla». Asegúrate de que la pantalla se ajuste a la resolución y frecuencia de actualización recomendadas. También puedes probar diferentes tipos de escala si el texto y los iconos se ven demasiado pequeños o demasiado grandes.
4. Cambia la configuración de los gráficos: Abre el panel de control de gráficos (Panel de control de NVIDIA, Ajustes AMD Radeon, o Intel Graphics Control Panel) y ajusta la configuración para mejorar el rendimiento o la calidad gráfica.
5. Comprueba si hay problemas de hardware: Si estás usando una tarjeta gráfica discreta, asegúrate de que esté colocada correctamente en la ranura PCle y que los conectores de alimentación estén bien conectados. Si sospechas que se trata de un problema de hardware, intenta usar una tarjeta gráfica diferente o prueba esta misma tarjeta en otra computadora.
6. Ejecuta el Solucionador de problemas de Windows: Abre la aplicación Configuración, ve a Actualización y seguridad > Solución de problemas, y ejecuta el solucionador de problemas de «Hardware y dispositivos». Esto puede ayudarte a diagnosticar y resolver cualquier problema relacionado con el hardware.
7. Restaura los controladores de gráficos: Si el problema surgió luego de la actualización del controlador, puedes intentar restaurar la versión anterior del controlador. Abre el Administrador de dispositivos, haz clic derecho en la tarjeta gráfica debajo de «Adaptadores de pantalla», selecciona «Propiedades», ve a la pestaña «Controlador» y haz clic en «Revertir controlador».
8. Reinstala los controladores de la tarjeta gráfica: Desinstala los controladores de la tarjeta gráfica mediante la función «Desinstalar un programa» desde el Panel de control o haciendo uso de Display Driver Uninstaller (DDU). Luego, reinstala los controladores más recientes desde el sitio web del fabricando de la tarjeta gráfica.
9. Comprueba si tu equipo se está sobrecalentando: El sobrecalentamiento puede provocar problemas con la pantalla de tu equipo. Asegúrate de que tu computadora esté bien ventilada, limpia el polvo de los ventiladores y los disipadores de calor, y gestiona la temperatura del sistema con una herramienta como HWMonitor.